Cuando se adquiere un coche mediante renting o compra, requiere de un gran esfuerzo económico y por tal razón, es importante que se conozca las buenas prácticas para que tu medio de transporte perdure por un largo período.

Conducir implica mucho más que estar al volante y usar el acelerador o freno. La durabilidad de tu coche vendrá de la mano en cómo ejecutes los cambios de marcha, ya que esto permitirá una conducción segura y, además, la durabilidad del motor y la caja de cambios.

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Antes de nada, ¿Sabes cuáles son los componentes de la transmisión?

En la autoescuela, en sus distintos módulos te habrán enseñado las piezas que conforman el coche y su importancia de reconocerlas, no sólo para la conducción; además, porque allí parte el conocimiento de su funcionamiento y cuidado.

La transmisión es de gran importancia en la estructura de un vehículo, porque en ella albergan: el árbol de transmisión, los palieres, el grupo cónico – diferencial, el embrague y la caja de cambios. Al maniobrar correctamente el coche, estarás prolongando la vida útil del mismo y; además, te podrás ahorrar gastos en compra de repuestos y mano de obra especializada.

Al momento de adquirir un coche de renting, es importante que conozcas todos los elementos del modelo y marca que deseas arrendar. En vista que esto puede ayudarte a tomar una decisión más acertada, con respecto al tipo de motor y al tipo de caja con la que te sientas más familiarizado al volante.

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¿Cómo funciona la caja de cambios?

En principio, para que este elemento mecánico pueda funcionar, es necesario que se lleve a cabo un proceso en su eje principal, el cual es inducido por el propulsor. Posteriormente, el eje medio también es sometido por el eje principal, de esta manera, pueden girar los engranajes y en un tiempo determinado se bloquean mediante un dispositivo sincronizador.

Gracias a este proceso, la caja de cambios puede ejecutar sus funciones y de esta forma, aumenta o disminuye las revoluciones del motor y, en consecuencia, interviene en la potencia y en la velocidad del vehículo, cuando el mismo se encuentra en funcionamiento.

La primera marcha, lo primero que te encontrarás al subirte al coche

Es vital tener en cuenta que no puedes encender tu vehículo e inmediatamente pisar el acelerador; antes debe tener una fase de precalentamiento. Para el avance del coche, es necesario que el conductor tenga en cuenta los siguientes pasos: el arranque, puesta en marcha y primera marca. De esta forma, se evita que el motor trabaje de manera forzada y esto conlleve a una posible avería.

La primera marcha, es el cambio que consume mucha más gasolina, debido a que es la encargada de surtir potencia al motor. Lo podemos evidenciar; ya que, el primer cambio es el que siempre se usa al estar aparcados. Es importante que se haga a tiempo el cambio que corresponde a continuación: se presiona el embriague para luego marcar la segunda marcha, esto ocurre cuando el coche ya está en movimiento.

Este procedimiento permite un óptimo funcionamiento del vehículo, una mejor conducción, prolonga la vida útil de las piezas involucradas con el andar del vehículo y a su vez, usar la primera marcha exclusivamente para el arranque, conlleva un ahorro sustancial con el combustible, de ahí la importancia de cumplir los procesos antes descritos.

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Velocidad o revoluciones, dos buenas guías a la hora de cambiar de marchas

Al momento de realizar los cambios en la palanca de velocidades, un buen indicador para este proceso, es el seguimiento de la velocidad y a las revoluciones que marca el tablero del coche. Otros factores influyentes para realizar los cambios de marcha adecuadamente son: marca – modelo del coche y el tipo de motor: diésel o gasolina. En caso de se trate de eléctricos; también tendrá su adecuación para realizar los cambios de velocidades.

Normalmente los cambios de marcha se ejecutan con base a unos 2000 rpm, al tratarse de motores a gasolina y si el vehículo tiene un motor diésel, a unos 1500 rpm. Cuando se toma en cuenta la velocidad del coche, hay que tener presente que la primera marcha se usa para el arranque y la segunda como transición; mientras se estabiliza el coche, al incrementar la velocidad a unos 30 km/h se recomienda marcar la tercera marcha y en velocidades entre los 40 y 50 km/h, usar la cuarta y quinta marcha respectivamente.

¿Cómo debes conducir para cuidar la caja de cambios?

Es importante tener presente cómo es el funcionamiento de tu coche para que puedas conducirlo adecuadamente. En principio, porque cada marca y modelo tiene sus ligeras diferencias, en cuanto al momento de hacer los cambios de marcha, en función de: su velocidad y rpm que registre el coche.

Conociendo apropiadamente las funciones de los cambios del vehículo, no solo te permitirá una mejor conducción; además, protegerá a todos los elementos del coche y prolongará la vida del motor. Se tiene conocimiento que el primer cambio consume más cantidad de combustible, debido a que se encarga de ofrecer potencia al motor del coche, cuando este ha estado en letargo; sin embargo, podemos recordar que la tercera marcha puede requerir de unos 7,1 litros, la cuarta 6,1 litros, y la quinta 6 litros aproximadamente.

Todo lo que debes de saber sobre el cambio de marchas, también debes intuirlo

Es importante que se tenga en cuenta las recomendaciones de la marca del fabricante; no obstante, a medida que se convive con el coche, es inevitable no crear un lazo entre el conductor y el vehículo. Esto permite de alguna manera, que el chofer reconozca cuando hay un comportamiento extraño con su medio de transporte; y a su vez, también pueda hacer los cambios de marcha intuitivamente, porque ya está familiarizado con el funcionamiento del coche en su totalidad.

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