Emisiones de CO₂: por qué los diésel parten con ventaja en eficiencia térmica

Las emisiones de dióxido de carbono están directamente relacionadas con el consumo de combustible, y aquí es donde el diésel ha tenido históricamente una ventaja técnica. Los motores diésel trabajan con mayor compresión, alcanzan mejores eficiencias termodinámicas y requieren menos combustible para generar la misma energía.

En carretera y en rangos de velocidad estables, un turismo diésel suele consumir entre un 15 % y un 25 % menos que un gasolina equivalente, lo que reduce de forma proporcional sus emisiones de CO₂. Esta diferencia se aprecia especialmente en vehículos pesados y en segmentos SUV donde la optimización aerodinámica y el peso penalizan más al motor de gasolina.

Aun así, esta ventaja no es homogénea. En trayectos urbanos con arranques frecuentes, fases de motor frío y regímenes bajos, el motor diésel puede perder parte de su eficiencia y situarse en valores cercanos a los de un gasolina. La eficiencia térmica del diésel sigue siendo sólida, pero el margen respecto al gasolina depende ahora más del modelo, la cilindrada, el peso y el estilo de conducción.

Emisiones de NOx: el punto crítico de los motores diésel en ciudad

Los óxidos de nitrógeno (NOx) son uno de los contaminantes más relevantes en el ámbito urbano y están relacionados con problemas respiratorios, inflamación pulmonar y formación de ozono troposférico. Tradicionalmente, los motores diésel han emitido más NOx debido a sus mayores temperaturas de combustión y a la naturaleza de la mezcla aire–combustible.

Incluso con la llegada de normas estrictas como Euro 6, algunos modelos mostraron emisiones muy superiores en conducción real frente a las pruebas de homologación, lo que inició un proceso de control más estricto mediante mediciones RDE (Real Driving Emissions).

La introducción de sistemas de reducción catalítica (SCR) con AdBlue ha permitido recortar estas emisiones, pero su eficacia depende de aspectos prácticos como la temperatura de funcionamiento, el correcto mantenimiento del sistema y el uso de aditivo.

En trayectos cortos, especialmente en invierno, un diésel puede circular varios kilómetros sin alcanzar la temperatura óptima del catalizador, lo que aumenta notablemente las emisiones de NOx. En un motor de gasolina moderno, las emisiones de óxidos de nitrógeno suelen ser más bajas y más estables, lo que los convierte en opciones menos problemáticas en zonas de tráfico denso.

Diferencias entre diésel y gasolina

Diésel

Mayor eficiencia térmica y menor consumo en trayectos largos

Emisiones más elevadas de NOx en uso urbano si el SCR no está a temperatura óptima

Necesita sistemas como AdBlue para controlar partículas y NOx

Mejor rendimiento en vehículos pesados y recorridos de carretera

Mayor sensibilidad a trayectos cortos

Gasolina

Emisiones más bajas de NOx y partículas finas en un uso general

Consumo mayor en carretera frente a un diésel equivalente

Menor complejidad en sistemas antipolución (catalizador de tres vías)

Arranca y alcanza temperatura óptima más rápido, ideal para ciudad

Emite más CO2, especialmente cuando la mezcla no es totalmente eficiente.

Factores determinantes que alteran la comparación final

La comparación diésel vs gasolina no puede basarse únicamente en el combustible, sino que intervienen aspectos mecánicos y operativos que modifican los resultados en uso real. Entre ellos destacan la potencia y el peso del vehículo, la aerodinámica, el tipo de cambio, la calibración del turbo, la calidad del combustible y la eficiencia de los sistemas de postratamiento de gases. La instalación de filtros, catalizadores y sistemas de reducción selectiva condiciona el comportamiento del motor en condiciones de tráfico real.

Indicador ambiental Comportamiento típico del diésel Comportamiento típico de la gasolina
CO₂ por km Menor en carretera; similar o ligeramente superior en ciudad Mayor en carretera; valores estables en ciudad
NOx Elevado en ciudad si el SCR no está a temperatura óptima Generalmente bajo en cualquier escenario
Partículas PM Sensibles a trayectos cortos Muy bajas salvo en gasolina directa sin GPF
CO y VOC Moderados en la mayoría de motores modernos Más altos por naturaleza de la combustión

Impacto del mantenimiento y del estado de los sistemas antipolución

La eficacia de los sistemas antipolución es especialmente sensible al mantenimiento. Un filtro DPF saturado, un sensor NOx averiado o una reducción incorrecta del AdBlue pueden multiplicar por varios factores las emisiones reales. En motores de gasolina sucede algo similar con el catalizador de tres vías y el sensor lambda. El mantenimiento deficiente convierte en irrelevante cualquier diferencia teórica entre combustibles porque los valores reales se desvían de forma significativa frente a las condiciones de homologación.

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