El auge de los coches eléctricos no solo ha cambiado nuestra manera de desplazarnos, sino que también ha planteado nuevas cuestiones sobre los impuestos que les corresponden. Aunque son vehículos más sostenibles y amigables con el medio ambiente, es importante entender cómo funcionan los impuestos de circulación y si existen ventajas fiscales al optar por esta tecnología. En este artículo, exploraremos qué impuestos pagan los coches eléctricos y las posibles bonificaciones o exenciones disponibles.

¿Los coches eléctricos pagan impuestos de circulación?


La respuesta corta es sí, los coches eléctricos están sujetos al impuesto de circulación, también conocido como Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Este tributo es obligatorio para todos los vehículos matriculados en España, incluidos los eléctricos. Sin embargo, lo interesante aquí es que estos vehículos suelen disfrutar de reducciones significativas, dependiendo del municipio en el que se encuentren registrados.

El cálculo del IVTM se basa en varios factores, como el tipo de vehículo, la potencia fiscal y la normativa local. En el caso de los coches eléctricos, muchas localidades aplican bonificaciones que oscilan entre el 50% y el 100%, una medida pensada para incentivar su uso y contribuir a un parque automovilístico más limpio.

Por ejemplo, en ciudades como Madrid o Barcelona, los propietarios de coches eléctricos pueden beneficiarse de descuentos máximos en el impuesto de circulación, haciendo que el pago sea prácticamente inexistente en algunos casos.

impuestos coches eléctricos

¡Los ECO tienen bonificación!

Los vehículos eléctricos e híbridos enchufables suelen clasificarse con la etiqueta ambiental “Cero” o “ECO”, dependiendo de su tecnología. Estas etiquetas no solo facilitan la identificación de vehículos más respetuosos con el medio ambiente, sino que también son la llave para acceder a importantes bonificaciones fiscales.

En el caso de los coches eléctricos puros, que cuentan con la etiqueta Cero emisiones, la ventaja es aún mayor. Además de las bonificaciones en el impuesto de circulación, estas etiquetas ofrecen otros beneficios adicionales como el estacionamiento gratuito en zonas reguladas y acceso ilimitado a áreas de bajas emisiones.

Por otro lado, los vehículos con etiqueta “ECO”, como los híbridos enchufables con una autonomía eléctrica suficiente, también disfrutan de descuentos notables, aunque ligeramente menores en comparación con los eléctricos puros. La normativa local juega un papel fundamental en estas bonificaciones, por lo que siempre es recomendable consultar las condiciones específicas de tu municipio.

Beneficios de los coches ECO y Cero

Cero

Reducciones en el IVTM: Bonificaciones de hasta el 100%, dependiendo del ayuntamiento.

Estacionamiento gratuito: En zonas reguladas de algunas ciudades.

Acceso ilimitado a ZBE (Zonas de Bajas Emisiones): Sin restricciones de circulación.

Exención total del impuesto de matriculación: Por ser vehículos de cero emisiones.

Recarga gratuita: En puntos públicos de algunas localidades.

ECO

Reducciones en el IVTM: Descuentos de hasta el 75%, según la normativa local.

Estacionamiento con tarifas reducidas: Especialmente en zonas reguladas.

Acceso parcial a ZBE: Permiso para circular en días de restricciones.

Menor impuesto de matriculación: Por sus bajas emisiones de CO2.

Peajes reducidos: Bonificaciones en algunas comunidades autónomas.

¿Están exentos de pago?

La posibilidad de estar completamente exento del impuesto de circulación depende de la normativa local. En ciertas localidades, los vehículos eléctricos están totalmente exentos de este impuesto, como una medida para incentivar aún más su adopción. No obstante, no todas las ciudades aplican exenciones completas, y los criterios varían.

Además, algunas comunidades autónomas complementan estas exenciones con otras ventajas fiscales, como la eliminación del impuesto de matriculación o ayudas directas para la compra de vehículos eléctricos.

Es importante tener en cuenta que estas exenciones y bonificaciones no son automáticas. Los propietarios deben solicitarlas en el ayuntamiento correspondiente, presentando la documentación necesaria, como el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo.

¿Qué se necesita para obtener esta bonificación?


  • Permiso de circulación del vehículo.
  • Ficha técnica del coche eléctrico.
  • Justificante de pago del impuesto, si corresponde.
  • Solicitud oficial en el ayuntamiento.

Otros impuestos relacionados con los coches eléctricos

Además del impuesto de circulación, los propietarios de coches eléctricos deben tener en cuenta otros impuestos relacionados, aunque en muchos casos, también existen ventajas significativas:

  1. Impuesto de matriculación: En España, este impuesto depende de las emisiones de CO2 del vehículo. Los coches eléctricos, al no emitir gases contaminantes, están completamente exentos del pago de este tributo. Esto supone un ahorro considerable en comparación con los vehículos de combustión.
  2. IVA reducido en ayudas y subvenciones: Si estás pensando en adquirir un coche eléctrico, puedes beneficiarte de programas como el Plan MOVES III, que ofrece ayudas directas para la compra de vehículos eléctricos. Aunque estas ayudas no eliminan el IVA del precio final, sí que reducen considerablemente el coste total gracias a la subvención
  3. Costes de energía y puntos de carga: Aunque no se trata de un impuesto, el coste de la electricidad para cargar un coche eléctrico es un tema relevante. Sin embargo, los propietarios de vehículos eléctricos pueden beneficiarse de tarifas eléctricas especiales, como la tarifa nocturna, que permite cargar el vehículo a un precio reducido.

¿Por qué los coches eléctricos tienen beneficios fiscales?

El propósito de estas bonificaciones y exenciones es doble: por un lado, fomentar la transición hacia un modelo de movilidad más sostenible y, por otro, reducir las emisiones contaminantes en las ciudades. Según los estudios, los coches eléctricos son clave para alcanzar los objetivos climáticos establecidos por la Unión Europea, y su incentivo fiscal es una herramienta esencial para lograrlo.

Además, estas medidas también tienen un impacto social positivo, ya que facilitan el acceso a una tecnología que inicialmente puede parecer más costosa, pero que resulta más económica a largo plazo gracias al ahorro en combustible, mantenimiento y, por supuesto, impuestos.

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